Nuestra Señora de la Altagracia 2014

Mrcoles, 22 de enero de 2014 | 03:50 p.m.

El pasado martes 21, la Iglesia Católica celebró el Día de Virgen de La Altagracia, “Madre protectora y Espiritual de la República Dominicana” y para la ocasión el Colegio CONSA, este domingo 19, llevo a cabo un pasadía familiar, para celebrar esa tan gran fecha. Este pasadía inició con la celebración eucarística en la Parroquia Sagrado Corazón  y luego todas las familias se dirigieron a los patios de nuestro Colegio que se encontraba de fiesta para la ocasión.

Los niños pudieron  disfrutar de una gran variedad de actividades como fueron los juegos inflables, discoteca, piscina, show de talentos y muchas cosas más. También contábamos con una gran variedad de alimentos como tacos, hamburguesas, arroz, en fin muchísimas opciones para todos los gustos.

Todas estas actividades estuvieron organizadas por todos los estudiantes de media  y APACONSA.  Se disfrutó muchísimo y las ganancias de las actividades se destinaron a la bella obra de caridad del Colegio, El Proyecto Misionero Padre Uranga.

Aquí le dejamos un pequeño trecho de la historia de Nuestra Madre de la Altagracia, para que la compartamos y de esta manera se difunda esta bella advocación mariana, tan querida por todos los dominicanos.

Sobre el origen de la Imagen de Nuestra Señora de Altagracia existen diversas versiones. Una de ellas cuenta que un colonizador vivía con su familia en una de las islas  y que acostumbraba hacer viajes para vender su ganado. En una ocasión cada una de sus dos hijas le hizo un encargo; la mayor le pidió vestidos, cintas y encajes, mientras que la menor, que era más inclinada hacia las prácticas religiosas, le pidió una imagen de la Virgen de Altagracia. El hombre se sorprendió, pues nunca había escuchado tal advocación, pero ella le aseguró que la encontraría.

Al término del viaje  y ya de regreso, el hombre pernoctó en casa de un viejo amigo  y le comentó mientras cenaban cuán desilusionado estaba porque sólo había podido conseguir lo que la hija mayor le había pedido, a pesar de haber buscado insistentemente la imagen de la Virgen de la Altagracia, la cual parecía no existir. Al oír aquel comentario, un anciano que había pedido pasar la noche en la misma casa y que estaba sentado en un rincón, se levantó y le dijo que sí existía la Virgen de la Altagracia y que él llevaba su imagen.

Sacó de su alforja un pergamino que tenía las imágenes de la Santísima Virgen María adorando al Niño Jesús, recostado en una cuna a sus pies, y de San José al fondo.

Según explica la tradición, los numerosos milagros de la imagen hicieron que ésta se volviera el centro de la devoción de la isla y así surgió la necesidad de construir un santuario, primero uno pequeño y luego la gran Basílica de Higüey que hoy conocemos.